Creer en la visualización
En el camino para convertirme en coach de ICC, mi mayor obstáculo era ser capaz de utilizar eficientemente la visualización. Decidí dedicar mi trabajo de autocoaching a mejorar ese aspecto. Así es como comprendí que visualizar es imaginar y no hay herramienta más poderosa que la imaginación.
Proyecto de autocoaching de Diego Juffé Bignoli, Abril 2022
1.Definiendo la meta o ¿qué quiero conseguir?
En abril, antes de que acaben las tareas de certificación creeré en la visualización como herramienta fundamental del coaching.
Este objetivo no ha salido así de forma mágica. No ha salido de la nada. Es el resultado final de un proceso de autorreflexión y de pensar con la escritura que van a leer en este documento. Ha sido fruto de una exploración interna a través de las preguntas que construyen los cimientos que sostienen a un proceso de coaching. Las detallo a continuación.
¿Cómo sabré que lo he conseguido?
Desde que empecé mi viaje para aprender el coaching como un medio para ayudar a los demás, he visto lo potente que puede ser una buena visualización. Sin embargo, no me siento cómodo al dirigirlas como coach y no totalmente libre al hacerlas como coacheé. Considero que debo superar eso porque es un gran obstáculo para ser un buen coach. Empiezo pensando que lo que quiero es simplemente mejorar mi uso de la visualización, pero hay algo más importante que eso. Creo que mi objetivo, más que usar más y mejor la visualización, debe ser: ¡Creer en ella!
¿Cómo de atractivo es mi objetivo para mí?
Del 1 al 10 lo quiero un 10 porque me siento un coach incompleto si no lo domino y lo más importante, creo, que esta es una herramienta clave del coaching que imparte y promueve ICC.
¿Está en mi radio de acción conseguirlo?
Absolutamente, es un problema interno mío. Esta en mis manos trabajar eso en lo que creo, o no creo en este caso, para mejorarlo.
¿Cuándo quiero conseguirlo?
Antes de que acabe el proceso de certificación. Quiero conseguirlo cuando esté enviando este documento. El enviar este documento significará que lo he conseguido. Por tanto, el cuando es cuando lo entregue y eso es cuando acabe las tareas de certificación en abril. Antes de la reunión de los alumnos de mi promoción de coaching en mayo.
¿Como influirá este objetivo en mi vida?
Podré ser mejor coach. Sin duda. Pero también creo que utilizaré la visualización y sus beneficios, en mi vida diaria más eficiente y conscientemente.
2.Valores detrás de la meta
¿Por qué esto es importante para mí?
Al verme a mí mismo creer en la visualización, es decir, al visualizar que he conseguido mi objetivo, me doy cuenta de que, sin haberle puesto nombre, yo ya utilizaba la visualización en mi vida diaria. Muy a menudo visualizo que he conseguido un objetivo, seguro que mucha más gente lo hace. Me imagino donde estoy, que veo, qué estoy haciendo, con quien estoy, cómo me siento. Lo hago de manera instintiva, sin pensar que es una “visualización”. A veces ponerles nombre a las cosas ayuda a racionalizarlo, a valorarlo, a ser más consciente de que está ahí. Sin embargo, cuando empecé mi aprendizaje para ser un coach no me sentía cómodo ni haciendo ni dirigiendo una visualización. Es importante para mí manejar esta herramienta clave, creer en ella y descubrir que es lo que hay detrás de esa incomodidad con respecto a la visualización.
¿Qué valor representa este aspecto del coaching para mí?
La visualización representa la más pura manifestación de la naturaleza humana, la imaginación, creatividad, la capacidad de ir más allá del mundo real, de ver mundos que no existen, de crear cosas que no existen. Guiar a alguien a través de una visualización, verme cree en ella y conseguirla es para mí crear algo nuevo. La creatividad significa mucho para mí porque me da una sensación de libertad incomparable. A través de mi aprendizaje de coaching y sesiones como coacheé, he sacado eso en claro: la creatividad es muy importante para mi, es lo que me hace feliz, lo que me da energía y motivación, lo que me hace sentir libre. Si me tuviera que llevar una frase para motivarme o ayudarme a ser mejor de lo que soy, esa es la que dijo mi mentora. Yo la recuerdo así: “la creatividad es el motor de tu vida, úsala cada día”. La visualización es un acto de creatividad, y ese eso es lo que debo llevarme cada vez que hago o me hacen una visualización.
3.Posibles obstáculos para lograr la meta y cómo los superaré
Al principio pensé que la visualización era teatro. Una exageración inconscientemente fingida de misticismo. Una representación de lo que se espera que sea o de lo que se promete que será, pero no de lo que podría ser. Los ojos cerrados, las palabras suaves, el silencio, la retórica pausada y casi artificial. El final explosivo, la bombilla que se enciende y el coacheé llora o se maravilla de la gran revelación que ha experimentado. En resumen, un emotivo espectáculo. No sentía que eso era real. Ni cuando lo veía hacer, ni cuando lo hacía, ni cuando me lo hacían. pero ¿por qué me siento así? ¿qué creencia hay detrás de este, muy probablemente, pensamiento injusto? ¿qué estoy protegiendo?.
Creo que un posible origen de esta creencia es cuando empecé a aprender la meditación y la relajación mental. Durante alguno de mis aprendizajes leí algo que lo cambio todo. Un instructor de meditación decía que mucha gente finge que medita, lo actúa, pero no lo hace realmente. No se libera, no se deja llevar. En resumen, no medita. La meditación es muy difícil al principio y requiere mucha práctica, pero sobre todo no es “tener la mente en blanco” (que es muchas veces lo que la gente busca y no consigue). Eso no es posible. Es vivir el momento, dejar que tus pensamientos fluyan, aceptar lo que eres y lo que piensas. Desconectar del mundo real por unos minutos y estar con un mismo, de verdad. Con tus pensamientos, positivos y negativos, dejarlos pasar e irse o volver.
Cuando pienso que “la visualización es teatro” es porque no me siento capaz de hacer ese supuesto teatro, no se ajusta a mi personalidad. Esa creencia, de “yo no puedo hacerlo así” me reprime y, lo que es peor, hace que juzgue injustamente lo que veo. ¿Quién soy yo para decir que es todo teatro inconsciente? Recalco inconsciente porque no creo que nadie finja conscientemente, sería un poco absurdo. Sin embargo, a veces sí que actuamos como se espera que actuemos, y lo hacemos sin darnos cuenta y sin ser sinceros con nosotros mismos ¿Pero realmente tengo que hacerlo o sentirlo como lo he visto hacer y sentir? Tal vez no. Puede que lo que necesito es descubrir mi propia forma de hacerlo. Seguir el proceso y ver que pasa. “Sigue el proceso”, “Sigue el proceso” oigo en mi mente como si de un Obi-Wan Kenobi coachístico se tratase. Es como saber la partitura y leer bien las notas, pero darle mi toque personal al tema. No todos tenemos que tocar la misma canción y hacer que suene exactamente igual. Eso sería aburrido. Solo si creo en ello podré hacerlo bien. Para creer tengo que conocer mejor que es la visualización. Leer más sobre ella y practicar más, sintiéndome cómodo conmigo mismo, cuidando mi estado y respetando mi forma de ser.
4.Plan de acción para lograr la meta
¿Qué puedo hacer para conseguir mi objetivo? ¿Qué es lo primero que voy a hacer y cuándo?
Práctica, práctica y…práctica. Visualizar a diario, visualizar con mis coachees. Hacerlo y ver sus resultados reales sin creencias, sin prejuzgar, borrar mi mapa mental. Hacerlo como me haga sentirme cómodo a mí y al coachee. Hacerlo mi cosa y la del coachee y no pensar que la visualización tiene que ser de una manera concreta para ser valida. Si la visualización es teatro, ¡Que me sea demostrado empíricamente!
Leer y oír (podcasts) más sobre que nos lleva a conseguir objetivos y sobre qué es y lo potente que puede ser la visualización. El uso de la imaginación para sacar la motivación y los valores que nos ayudaran a conseguir un objetivo o acercarse más a conseguirlo. Leer es conocer, conocer es saber.
5.Seguimiento de mi progreso hacia la meta
A continuación, describo como mi pensamiento fue evolucionando al implementar las tareas que me puse a mí mismo basado en lo que descubrí pensando en mi objetivo y lo que me impedía conseguirlo. El texto que viene a continuación ha sido editado y refinado a medida que iba aprendiendo.
Me ayudo muchísimo pensar en cómo veo la visualización y por qué; y qué puedo hacer para creer en ella y por tanto usarla eficientemente. El resultado ha sido revelador.
En general leo mucho, pero para este trabajo hablaré sobre dos libros. Uno es Cómo pensar bien, de Daniel Álvarez Lamas, el otro Piense y hágase rico de Napoleon Hill con anotaciones de Carlos Galán. Los dos libros son sobre cómo llegar a ser mejores versiones de nosotros mismos, los dos libros buscan ayudar a la gente a conseguir aquello que realmente quieren. Aunque hay 79 años entre uno y otro, los dos me han ayudado mucho (El de Mr. Hill fue escrito en 1937 y eso se puede comprobar al leerlo, aunque si dejamos ese prejuicio a un lado e ignoramos ciertas creencias caducas, es un libro muy interesante). Por ejemplo, en el libro de Daniel explica el caso de esa persona que tiene pánico en dar una charla en público y explora este ejemplo para introducir la estrella neurológica. Ese podría ser yo. Hace unos diez años no era capaz de hacer una presentación en público, hoy en día las hago sin problemas, relajado y me gusta hacerlo. Lo superé porque pagué a una persona a que me ayudara, y sin saberlo, sus consejos fueron simples: imagínate haciéndolo, practica mucho en casa, y respira hondo 7 veces antes de dar cualquier presentación. Ahora sé que lo superé con visualización y con la práctica. Ahora entiendo que tenía una imagen interna que me impedía hacerlo, que mi auto-relato la potenciaba y, en definitiva, que mi estado era el incorrecto. Le he puesto nombre a estas cosas. El libro de Daniel es de una riqueza de recursos sorprendente para un libro tan finito. Ha consolidado y de alguna manera “juntado” todo lo que he aprendido estos meses. Particularmente útil me ha sido con respecto a la visualización, cuyo valor, significado y método se presentan en detalle.
En el libro de Mr. Hill insiste una y otra vez en el poder de la autosugestión. De realmente creer ciegamente en un objetivo y que podemos conseguirlo si pasamos a la acción. Esa es quizás la clave. La visualización es una manera de pasar a la acción. Suena contradictorio, pero no lo es. Imaginarte que lo has conseguido, explorar como te sientes, que ves, que hueles, que escuchas, es el primer paso para conseguirlo. El segundo, obviamente, es pasar a la acción. Nadie consigue nada a cambio de nada.
Pero la más importante es esto: los valores. Qué significa para ti conseguir el objetivo, qué te aporta. Eso no lo aprendí con Mr. Hill, lo aprendí en la segunda de mis tareas: las sesiones de coaching.
“Nunca había pensado porque conseguir esto es importante para mí”
He hecho 8 sesiones de coaching a gente que no sabe nada de coaching. Un@ de ellos no lo conocía de nada. Otr@ que yo conocía, pero no veía hace 17 años, me escribió después de ver en LinkedIn que ofrecía coaching gratis como aprendiz. El tercer coacheé, es alguien que conocía de mi vida en Inglaterra.
He hecho las visualizaciones como yo me siento cómodo. Son como una charla entre amigos, les pregunto a ellos cómo quieren hacerlo y yo lo llevo con naturalidad, sin una idea preconcebida que tiene que haber un momento de sonrisas y lágrimas. Dos han cerrado los ojos, uno no. No he cambiado el tono de mi voz, no he tratado de ser quien no soy y ellos creo que tampoco. Ha funcionado. Mis coachees han visto la luz cuando han visualizado. La frase que resume todo es cuando un@ me dijo: “I never thought about why this is important to me”. Me dejo anonadado. ¿Cómo puede ser que alguien haga algo sin pensar por qué lo hace? Bueno, yo lo hacía en mis visualizaciones inconscientes pasadas. No llegaba a la clave de por qué se hacen, al valor, a lo que me aporta y eso es lo más importante porque creo que encontrarlo es lo que te empuja a ser mejor. Las visualizaciones, hagan como se hagan, sean místicas o no, son la llave para entenderte mejor.
6.¿Qué he aprendido de este proyecto de autocoaching?
Creo que el texto habla por sí mismo. Cuando lo leo me doy cuenta de lo mucho que ha cambiado mi percepción y entendimiento acerca de las visualizaciones. Creo que he conseguido mi objetivo. Ahora creo que la visualización es imprescindible y sé que respetando las necesidades y deseos del coacheé y siguiendo el proceso funciona… si la hago a mi manera. Visualizar es imaginar y no hay herramienta más poderosa que la imaginación.
Me fascina el como y de que manera, en tu caso sobre la visualización, creas futuro creyente y consciente. Gran texto y gran manera de expresar todo lo que dices. Eres un gran profesional. Agradezco que compartas tus evoluciones para ayudar a entenderse y entender mejor lo que nos va pasando. Sin mas.
Muchas gracias Miki. Muy generoso tu comentario. ¡Seguimos aprendiendo!