Tu Sabiduría Interna en 8 pasos. Cómo trabajar con los Valores.
En la investigación “Coaching 4 Evolutions” estamos viendo que los valores, las emociones y el cuerpo tiene un papel fundamental para instalarnos con confianza en nuestra etapa 4, la de auto creación, aquella en que tomamos la responsabilidad y las riendas de nuestra vida, aquella en que nos liberamos de condicionamientos externos que nos encorsetan.
En esta etapa 4 nos ponemos más en contacto con nuestra sabiduría interna, es decir, con nuestro inconsciente: el lugar donde se ubica más del 90% de nuestra actividad y capacidad cerebral.
¿Cómo nos ponemos en contacto con esta sabiduría interna? ¿Cómo la encendemos?
Estamos descubriendo una fuente pura y milagrosa en la que trabajar en la sesión: los valores. No se trata de hablar en abstracto, sino de ayudarles a descubrirlos y a vestirse de ellos en la conversación. Es sorprendente cómo, con un trabajo sistemático, surgen nítidamente pensamientos de cuarto orden, del nivel de auto creación, como surge una inesperada flor de primavera, fresca y bella.
En este proceso de creación de pensamientos cualitativamente distintos, la simbiosis entre cuerpo, alma y mente tiene un papel crucial ¿Cómo se hace?
Te invitamos a emular el proceso de coaching 4 evolutions para comprobarlo. Se trata de que crear una danza entre emociones, cuerpo y pensamientos… a partir de los valores.
Aunque no sea lo mismo que tener un coach, puedes ayudarte de un/a cómplice que te escuche en este proceso. También puedes querer ayudar a alguien a realizarlo, siendo tú el que escucha. Crear una conversación es importante para obtener algún resultado.
¿Vamos allá?
- Piensa en la cuestión que quieres resolver y la meta que te propones. Cuanto más definida, mejor. La prueba de que está bien definida es que puedas imaginar la escena de esa meta conseguida.
- Si al imaginarla sientes algo distinto… ¡esto puede salir bien! Explícale esa escena a la persona que te escucha… con todos los detalles posibles: ¿dónde estás? ¿qué sucede? Haz como si estuvieras en ese lugar y lo estuvieras describiendo por teléfono, con curiosidad. Lo que se busca es que realmente te asocies a esa escena ¿lo consigues?
- Si es así, pregúntate ¿cómo te sientes? Posiblemente estés sintiendo algo grande. Descríbelo.
- Ahora viene la gran pregunta ¿Qué te aporta? Ahí están los valores. Descúbrelos también con curiosidad y descríbelos. Puedes ponerle una palabra, una metáfora, una frase,… Seguramente no necesitan de largas explicaciones, sino que en ese momento estarás en placentero contacto con algo profundo y querido, permítete disfrutarlo.
- Es posible que esté cambiando tu estado. Si estás siendo capaz de vestirte con tus valores, será como si algo se estuviera extendiendo por tu cuerpo. Se produce un cambio corporal relevante: tu respiración, tu postura, tu nivel de relajación,…
- Ese estado emocional-corporal conseguido puede ser de calma, confianza, liberación, alivio, de vivacidad o de plenitud. Todas estas sensaciones corporales tienen una correspondencia con tus emociones… y por tanto con tus procesos mentales.
- Desde esa diferente forma de sentirte corporal y emocionalmente, se producen procesos de pensamiento de otra calidad, son los llamados pensamientos de cuarto orden. Desde ellos pueden surgir soluciones diferentes. Piensa ahora en la situación que quieres resolver y pregúntate “¿qué es lo que puedo hacer diferente?”
- Para poner estas nuevas soluciones en práctica, puedes ahora anclar la sensación corporal que se ha producido en ese estado. Puede realizarlo mediante una imagen de la escena imaginada, una postura, una forma de respirar… identificar y fijar algo que te ayude a acceder a sentir ese estado cuando lo necesites. Eso lo necesitarás para superar la última barrera: los hábitos.
¿Has sentido algo? Esto es una versión más sencilla del proceso que utilizamos como coaches. Como dicen en México, es sólo una probadita, pero espero que te pueda ayudar.