COACHING DE EQUIPOS. Alto rendimiento y personas felices en el deporte y la empresa

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Reseña del libro de Daniel Álvarez y Diego Gutiérrez

Andrea Alonso Martínez

 

En esta obra, los autores Daniel Álvarez y Diego Gutiérrez, exponen con mucha claridad, orden y ligereza en qué consiste el coaching de equipos, cómo hacer un proceso de coaching de equipos y los excelentes resultados que se obtienen con esta apasionante disciplina.

Es una lectura dirigida a todo aquel que gestione equipos de cualquier naturaleza, muy beneficiosa para cualquier líder que busque inspiración y herramientas para mejorar sus competencias y un libro de cabecera para los coach de equipos.

Para facilitar la comprensión y el aprendizaje, el libro está escrito desde una perspectiva muy práctica, aportando numerosos ejemplos derivados tanto del ámbito empresarial como del mundo del deporte. Además, la parte más didáctica del libro se fundamenta en importantes estudios de reconocidos autores e investigadores de la talla de Blanchard y Hersey, Abraham Maslow, Antonio Damasio, Robert Kegan y Taiichi Ohno, de reflexiones y aprendizajes de eminencias del deporte como John Wooden, Phil Jack, Andrés Iniesta, Enrique Castro y Jorge Garbajosa y de resultados de investigaciones de las empresas y universidades más punteras del momento como la Universidad de Harvard, el M.I.T o la empresa Google y LinkedIn.

Sus autores son conocidos referentes del mundo del coaching cada uno en su ámbito: Daniel en el mundo de las organizaciones y Diego en el ámbito deportivo.

Daniel Alvarez Lamas, es el Fundador del Instituto Ben Pensante y Conferenciante sobre Coaching, Negociación y Dirección de Personas, es Coach internacional por la International Coaching Community y unos de los 44 Trainers oficiales de la ICC en el mundo, Máster Practitioner por la NLP University de Santa Cruz (California), Editor del Observatorio Europeo del Coaching y colaborador habitual de Joseph O’Connor, Andrea Lages y otros maestros internacionales del coaching.

Por otro lado, Diego Guitérrez del Pozo, es uno de los profesionales de referencia del coaching deportivo y coaching de equipos a nivel internacional. Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad Politécnica de Madrid, Coach de equipos por la International Coaching Community y certificado por EFIC en Coaching de Equipos y Team Leadeship. Coach de deportistas, entrenadores y equipos de élite, entrenador y preparador físico, conferenciante, formador, escritor y empresario.

El libro se estructura en 3 partes. En la primera parte, titulada “Conociendo el coaching de equipos” Daniel y Diego nos descubren las claves más teóricas de esta disciplina. Los autores parten de una máxima: el éxito individual está directamente relacionado con la actuación del equipo. El equipo es un sistema donde las sinergias de sus miembros brillan armoniosamente. Es un lugar seguro, donde hay respeto, confianza, empatía, comunicación, escucha, responsabilidad, compromiso y colaboración. Donde cada uno “es” por y gracias al equipo, como sucede con las hormigas conformando el hormiguero. Los primeros capítulos que conforman esta parte analizan el desarrollo de los equipos. Desde cómo se crean hasta cómo logran la excepcionalidad de la inteligencia colectiva que conlleva el alto rendimiento. En ellos, los autores hacen referencia a los 3 cerebros del equipo, cerebros que se van despertando sucesivamente según el equipo va transitando por 4 fases diferenciadas.

“El hombre es un ser social por naturaleza”, como ya bien dijo Aristóteles (384-322, a. de C.), un animal social cuyo instinto le incita a relacionarse para buscar protección y superar los obstáculos, desafíos y amenazas de la vida. Los autores destacan que es en ese momento de unión grupal motivada por la supervivencia, cuando surge el primer cerebro del equipo. El cerebro instintivo. El libro proporciona pautas sobre cómo y cuándo valerse de ese cerebro instintivo para despertar al organismo vivo que es el equipo.

Tras el cerebro instintivo surgirá, si lo trabajamos bien, el cerebro social, motivado por la conexión con los demás y la aparición del orgullo de pertenencia, sentimiento que, como también exponen los autores más adelante, ocupa el tercer lugar en la jerarquía de las necesidades humanas de Abraham Maslow (1908-1970). Y es que, esa motivación obtenida al tener relaciones estrechas con los demás lleva al ser humano a la felicidad, tal y como concluyó la investigación más extensa del desarrollo humano, el estudio Grant, de la Universidad de Harvard, al que el libro hace referencia. En este punto, la obra también menciona los resultados del proyecto Aristotle de Google, que vinculan el rendimiento de los equipos a varios factores como son la seguridad psicológica de los miembros del equipo, vinculada a su vez a la confianza interpersonal, al respeto mutuo, y a la empatía o sensibilidad emocional entre compañeros, y la importancia del rol del grupo dentro de la organización. Los autores resaltan los 5 principios para el éxito de un equipo establecidos por Google tras este estudio: la seguridad psicológica, la confianza profesional, la estructura y claridad (en normas, objetivos, roles, funciones), el significado personal del trabajo y el impacto del trabajo en la compañía y convierten estos principios en una herramienta para trabajar el cerebro social.

El resultado de la activación del cerebro social es que los miembros del equipo piensan y sienten juntos como equipo generándose el alma del equipo y se propicia la toma de decisiones conjunta, lo que llevará, entre otras cosas, a que el equipo defina sus normas y procesos de funcionamiento. El equipo funcionará con cohesión y orden.

El último cerebro es el llamado cerebro instintivo, donde dentro del equipo se podrá promover la diversidad y, el talento individual, podrá desplegarse para generar sinergias. Todos los miembros del equipo brillarán al alcanzar su mejor versión en armonía, lo que llevará a que el equipo alcance su mejor versión y con ella la creatividad, el liderazgo compartido, la autogestión y la intuición colectiva. En esta etapa se incide en que es fundamental trabajar a nivel individual y colectivo con la principal fuerza motivadora del ser humano que son los valores, principalmente el valor de preservar la vida, la de los miembros del equipo y la del equipo.

Estos 3 cerebros se van desplegando según el equipo vaya transcurriendo por las 4 fases por las que debe avanzar. En esas fases el equipo pasará de ser un grupo de personas agrupadas para superar una amenaza o un reto, fase primera que sería el forming del equipo, hasta conformar ese equipo de alto rendimiento con ese cerebro intuitivo y su inteligencia colectiva activa, última fase que denominamos performing.

En esta primera parte, los autores proporcionan las claves para desarrollar al equipo en cada una de sus fases: forming (formación), storming (o conflicto), norming (desarrollo normativo) y performing (alto rendimiento). La obra expone qué es lo que le ocurre al equipo en cada una de las fases incidiendo en aquellos aspectos a los que deberán de prestar especial atención el coach o un buen líder (el “líder-coach” como lo denominan los autores). Además, se detalla también cómo el líder deberá ir adaptando su estilo de liderazgo según la fase en la que se encuentre el equipo, como también lo deberá de ir adaptando el coach.

Por ejemplo, en el forming, Daniel y Diego hacen hincapié en la importancia que tiene descubrir la misión común, dirigida a lograr un objetivo definido, medible, ambicioso y positivo. También recalcan la utilidad de encontrar y crear elementos comunes que unan al equipo y poner al equipo en acción planificando y repartiendo tareas. Todo ello requiere de un liderazgo directivo. Este trabajo con el equipo permitirá que empiece a aflorar el sentimiento de pertenencia y, por tanto, ayudará a que el cerebro instintivo empiece a dar paso al cerebro social. Cerebro que estará presente en la fase del storming y del norming hasta que en el performing de paso al cerebro intuitivo.

En la fase del storming, será importante para vencer los obstáculos que surjan, revisar los intereses individuales y colectivos, analizar la misión y clarificar y asumir roles dentro del equipo.

En la fase del norming, el equipo irá estabilizándose a base de ir superando distintos obstáculos y aprendiendo de ellos, aumentando cada vez más las sinergias surgidas entre los miembros del equipo, mejorando la comunicación, la armonía y la confianza del equipo que irá definiendo sus propias normas y reglas de comportamiento. El cerebro social despliega aquí todo su potencial.

En la última fase, performing, los autores comentan que el equipo habrá conseguido su máxima productividad y motivación ya que “El alma del equipo comienza a mezclarse con la del individuo en una danza que refuerza a ambas, en cuanto a motivación y confianza. El estado emocional individual y de equipo llega a ser invulnerable.” Los miembros del equipo aprenden colaborativamente los unos de los otros, mejorando sus habilidades, capacidades y destrezas al tiempo que el equipo sale beneficiado por esa mejora individual y, viceversa. El estilo de liderazgo que casa con esta fase del equipo es la de delegación: facilitar, felicitar y escuchar al equipo para apoyarles.

La segunda parte del libro, titulada “El coaching de equipos en la práctica” nos lleva directamente a la acción. En ella, los autores, ponen la motivación como eje vertebrador de su argumento y enseñan cómo establecer objetivos motivadores que sean MARTE (medibles, atractivos, que estén en el radio de acción del equipo, acotados en el tiempo y ecológicos), cómo comunicar dichos objetivos para conseguir esa motivación deseada, a través del discurso del cambio, cuáles son las motivaciones que hay detrás de las necesidades identificadas por A. Maslow y el poder motivacional de la visualización del objetivo. También entran a explicar el proceso de coaching de equipos, desvelando las características del proceso, el papel del líder en el proceso y su relación con el equipo y con el coach.

A través de multitud de ejemplos prácticos de sesiones de coaching nos muestran cómo estructurar y planificar un proceso de coaching de equipos. Empezando por la realización de una sesión de coaching estratégico con el líder, siguiendo por cómo diseñar la primera y sucesivas sesiones con el equipo e incluso cómo realizar una sesión exprés y, también nos dan ideas sobre qué hacer con el equipo entre sesiones. Página a página, los autores van desgranado los misterios de esta disciplina, compartiendo herramientas, dinámicas, juegos y actividades para guiar al coach y al líder coach en cada uno de los momentos de cada sesión, proporcionando incluso un checklist para comprobar que la sesión está bien diseñada. Todo ello, hacen de este libro un tesoro y una lectura a la que acudir cuando se necesite claridad, dirección y recursos para gestionar equipos.

Diego y Daniel también subrayan las habilidades que debe tener un buen coach, ya que, en el ámbito del coaching, no es suficiente con tener un buen diseño para la sesión. Todas las habilidades y sus entresijos vienen detalladas en el libro, así como las numerosas y diversas herramientas que el coach tiene a su disposición para guiar al equipo en el proceso. Los autores advierten de que esas habilidades y esas herramientas serán esenciales para que el coach pueda identificar en qué etapa o fase está el equipo, determinar si debe trabajar más la relación del equipo, o la tarea y poder elegir con acierto el estilo del coach adecuado en cada situación.

La tercera parte del libro, que denominan “Profundizando en el coaching de equipos” desarrolla un contenido más misceláneo. Esta parte comienza exponiendo la visión positiva del conflicto, presentando el conflicto como un medio para el desarrollo y el aprendizaje. Los autores nos ofrecen distintas claves y recursos para trabajar ese conflicto, ayudando a las partes a comunicarse adecuadamente para construir objetivos comunes que los unan y motiven. Nos detallan, por ejemplo, cómo aplicar la herramienta de las posiciones perceptivas de PNL, que ayuda a que las partes obtengan más información de la situación, reenfoquen su interpretación y puedan empatizar para obtener una mirada diferente y más completa sobre la situación, llegando a alcanzar así soluciones que de otra manera serían difíciles de encontrar.

Continúan hablándonos de la necesidad de las empresas de abandonar sus tradicionales estructuras piramidales e incrementar el número de organizaciones vivas en la sociedad actual donde las personas y los equipos puedan desarrollarse libremente para alcanzar su realización y, con ella, la máxima expresión de la organización. Definen el término organización viva como aquella organización “que funciona acorde a las leyes de la naturaleza (…) y que consigue la interacción optima de los individuos de cara a conseguir el bien común”, donde el equipo es la unidad básica compuesto por células que se llaman personas. Recogen los autores aquí las conclusiones que el neurocientífico Antonio Damasio plasmó en su libro “Y el cerebro creó al hombre” donde argumenta que esas organizaciones humanas, con sus pautas y valores, son un producto de la naturaleza y, se asemejan en su forma más simple, a los superoganismos que forman las abejas, termitas u hormigas. Y, concluyen, que “el coaching de equipos busca crear en el equipo o la organización una unidad, busca convertirlo en un ser vivo”, siendo necesario aplicar una perspectiva sistémica para descubrir los patrones que subyacen a las interacciones de personas y equipos para crear más orden y vida.

Para favorecer el cambio estructural de las organizaciones y la proliferación de organizaciones vivas, los autores proponen aunar las herramientas del coaching de equipos con la filosofía Lean, introducida por Taiichi Ohno en el sistema de producción de Toyota. El libro ayuda al lector a contextualizar y entender los orígenes y fundamentos de la filosofía Lean, resaltando que los dos principios básicos iniciales de Toyota fueron la eliminación del despilfarro y el respeto de la condición humana. El proceso de coaching se presenta naturalmente como un valioso aliado para implantar la metodología Lean en una organización y convertirla en organización viva. Ayudará a los líderes a clarificar su visión y a definir su estrategia y objetivos para ejecutarla, otorgará herramientas para una adecuada comunicación que motive e implique a todas las personas de la organización, impulsará la concreción de distintas iniciativas que permitan concretar la nueva estrategia en los distintos niveles organizativos y favorecerá el desarrollo individual y colectivo, creando equipo para afrontar los obstáculos con flexibilidad y talento. El libro destaca además las virtudes del coaching Kata, una herramienta Lean, para practicar y enseñar el proceso de aprendizaje y de mejora continua.

El último capítulo los autores lo destinan a darnos excelentes pautas para presentar, explicar y ofrecer un servicio de coaching adaptando nuestro mensaje en función de quién sea el interlocutor, persona de RRHH o líder del equipo, y en función de la organización (empresa o club deportivo). A grandes rasgos y, con excepción del último punto, las claves propuestas resultarán familiares a los coach personales:

  1. Romper el hielo mostrando profesionalidad; con la finalidad de crear confianza y rapport.
  2. Lo más importante, escuchar; escuchar al coachee (líder o RRHH) para comprender su mapa y, ayudarle, mediante la recapitulación, a que se dé cuenta de su necesidad,
  3. Aclarar la necesidad que ve el líder, el objetivo; ayudar al coachee a definir el objetivo del proceso consiguiendo un objetivo MARTE. Los autores señalan la necesidad de tener una visión sistémica en cuanto a las organizaciones se refiere.
  4. Explicar el proceso de coaching y sus resultados; algo que el coach personal hace en la sesión previa con el coachee.
  5. Concretar una forma de medición. Este aspecto ya es más específico del coaching de equipos. Proponiendo los autores utilizar el modelo de Kirkpatrick parra dicha medición.

 

Cierra el libro un brillante epílogo del deportista de élite Jorge Garbajosa que condensa la esencia del equipo destacando que “lo colectivo está por encima de lo individual, entendiendo como colectivo no una simple suma de individualidades sino un espíritu común del que participan todos los que lo componen”.

 Las claves para conseguir ese espíritu de equipo os esperan en el libro Coaching de Equipos. Alto rendimiento y Personas felices en el deporte y en la empresa.

 

Andrea Alonso Martínez

Septiembre 2022

 

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