Nos estamos equivocando en nuestros principios
Lo correcto sería decir que nos estamos equivocando al ponerlos en práctica.
Todos en nuestros propósitos de año nuevo alguna vez hemos querido que se consiga la Paz en el Mundo, pero luego a nuestros hijos les educamos en que la base de la supervivencia es la competitividad, en ser el mejor, lo cual no deja de ser una pura incongruencia con nuestro principio de conseguir la paz mundial.
Me hace gracia cuando mucha gente dice que ‘el tiempo es oro’, pero luego en la práctica pocos son los que creen que el tiempo vale más que un Rolex.
Hablar con alguien, sobre todo si esa persona te quiere escuchar, es importantísimo y el fundamento del crecimiento como persona y como sociedad. Ahora bien, es casi más importante el que de hablar, se haga a través de un iPhone que en persona.
No dudo que como humanos tengamos principios bien definidos que sean buenos, pero algo nos pasa que en muchas ocasiones, cuando los queremos llevar a la práctica no se parecen nada a nuestras pretensiones.
No sé si son autoexceusas que nos imponemos, que realmente nuestros principios son solamente palabras que se las lleva el aire o bien que todo en esta vida tiene un precio y los principios de cada uno no iban a ser menos. Yo creo que el entorno ayuda bastante a esta no concreción de lo que queremos y de lo que hacemos, ya que estamos en una sociedad donde vemos que la mayoría de la gente que triunfa, políticos, banqueros y demás ganado, son personajes sin principios o que, si en alguna ocasión los han tenido, los vendieron por ‘cuatro perras’ a las primeras de cambio.
No estamos en una sociedad donde el tener principios esté bien considerado para que nos vamos a engañar. Con eso no quiero decir que no haya personas que si los tengan y los respeten al máximo, lo cual les honra, pero por desgracia no es lo que da éxito en nuestros días.
Y aquí poco puede hacer el coach cuando es el propio individuo como persona el que admite que sus principios están en venta, ya que reamente esta persona es consciente de ello con lo cual su proceso de autoaprendizaje es el adecuado solo que llega un momento que el precio por no respetar sus principios se hace apetitoso.
Esto no es una crítica ya que cada cual es bien libre de hacer lo que quiera, nada más lejos de mi intención, pero si alguien fija sus principios a primeros de año, con unos objetivos a cumplir y unos nuevos propósitos, que lo haga de forma honesta porque después suele pasar lo de siempre,…., que si falta de motivación, que si factores externos,.…, cuando lo que realmente ha ocurrido es que nuestros principios y nuestros propósitos no eran los que realmente queríamos y los planteamos sin darles el valor que ellos tienen.