Investigación sobre imágenes y alto rendimiento
A menudo intentamos concentrarnos tensando todo los músculos del cuerpo y agudizando la atención mediante un esfuerzo mental muy rígido.
El problema es que, de hecho, concentración y relajación van unidas.
Cuando nos relajamos, nos aislamos de las molestias del entorno y podemos centrarnos única y exclusivamente en lo que es importante en ese momento. De manera que aumentamos la concentración y dejamos fuera pensamientos irrelevantes que merodean por nuestra cabeza.
Un buen deportista conoce el arte de concentrarse en su tarea, a pesar del ruido provocado por espectadores y competidores; y lo consigue entrando en un estado alternativo de consciencia, en el que lo único que importa es el rendimiento. El rendimiento está íntimamente ligado a una meta clara. La meta existe en su forma más pura como una clarísima imagen interior.
Por tanto, no basta con estar relajado y concentrado. Debemos tener además una clara imagen de meta de lo que queremos conseguir.
El deportista se ve a sí mismo superando la barra con un buen margen, o ve cómo la jabalina vuela por los aires y aterriza más allá de la marca.
La guía mental de metas es casi imprescindible para que nuestros rendimientos resulten óptimos, como nos demuestra una investigación que compara deportistas de alto nivel.
La investigación
Para intentar averiguar la relación existente entre la influencia de los factores físicos y psíquicos sobre rendimientos óptimos, se escogió un grupo de deportistas del mismo nivel, y se dividió en 4 subgrupos, para una competición.
El primer grupo se preparaba con entrenamiento físico ordinario. Al segundo grupo le ordenaron descansar hasta el día de la competición. El tercer grupo sólo se entrenaba visualizando cómo iba a realizar la competición. El cuarto grupo se entraba tanto física como mentalmente.
El entrenamiento mental consiste en integrar las imágenes de meta. Esto significa que el deportista, mientras se halla profundamente relajado mediante autosugestiones o autohipnosis, visualiza la competición paso a paso. En su interior se proyecta a sí mismo preparándose, en la posición de salida, realizando la competición y ganando. El proceso se repite día tras día hasta que la preconcepción de lo qué va a ocurrir se ha consolidado en el estado alternativo de consciencia.
El experimento con los cuatro grupos dio el siguiente resultado:
• El mejor resultado lo obtuvo el grupo que había entrenado física y mentalmente.
• En segundo lugar, los que sólo habían entrenado mentalmente.
• En penúltimo lugar, el grupo que había entrando físicamente.
• Y en último lugar, el grupo que no se había preparado.
Se trata simplemente de una combinación de tres factores:
• sentirse motivado
• establecer metas claras
• integrar las metas en el subconsciente
Aunque no lo pienses de manera consciente, estás siendo controlado por un conjunto de imágenes de meta en tu subconsciente. Estas imágenes son tan fuertes que funcionan de forma automática. Es como si tuvieras un piloto automático programado que dirige tus acciones.
Fíjate, por ejemplo, cuando vas en coche a un sitio que está cerca de la ruta que sigues todos los días para ir al trabajo ¿Nunca te ha pasado que al final te encuentras delante de tu trabajo en vez del sitio al que te dirigías? El piloto automático se ha activado; es él quien tiene el control y no tú.
Esta fuerza de la consciencia alternativa puedes aprovecharla. Puedes aprender un método para programar imágenes de meta en tu subconsciente: imágenes de meta que se hagan tan claras, fuertes y atractivas, que te lleven hasta la meta sin ningún esfuerzo consciente.
Extracto del libro “¡Sí, puedes!” de Lars-Eric Uneståhl – Trainer de ICC en Suecia. pionero en el modelo Sueco de Entrenamiento Mental (IMT – Integrated Mental Training). > El libro se encuentra en proceso de traducción y edición por Instituto Ben Pensante. Si estás interesado en conocer la fecha de su lanzamiento, escríbenos a hola@benpensante.com.