Consejos de un cirujano veterinario metido a coach
Hace algunos años realicé una formación en Coaching con una eminente coach americana llamada Marilee Adams. En un momento determinado le pregunté:
-¿Cómo decidir si seguir siendo veterinario o dedicarme al Coaching?.
Me contestó:
-Si no tienes la respuesta ahora, cambia la pregunta. ¿Cómo puedes hacer que una actividad te haga ser mejor en la otra?.
Esta es una de las lecciones que aprendí gracias a esta pregunta.
Como cirujano veterinario con más de 20 años de experiencia sé muy bien que la llave para que finalmente pueda entrar a quirófano y salvar a un paciente no está en mis habilidades como cirujano, sino en demostrar al cliente que entiendo lo que le pasa a su mascota y cómo se sienten en la familia con la situación. Solo después de ello me dejan explicar cómo puedo ayudar. Para ello he desarrollado al cabo de estos veinte años un proceso en tres pasos:
Paso 1: Explicar al cliente el coste que supone para la mascota la enfermedad que padece. Por supuesto no dramatizo ni hago sufrir a los propietarios de la mascota de forma deliberada. Tan solo les explico lo más objetivamente posible qué le está ocurriendo en ese momento su mascota y qué pasará en las próximas horas y en el futuro en caso de no intervenir. Por ejemplo, imaginen un caso de cojera intensa por rotura de ligamento cruzado. Explicaré en qué consiste la lesión, cómo la rotura del ligamento crea derrame en la articulación, inflamación y dolor. La inestabilidad asociada impide el apoyo y, por tanto, caminar o correr con normalidad. Y al cabo del tiempo, si no se hace nada, aparecerá una artrosis irreversible, lo que condicionará muy negativamente su calidad de vida.
Paso 2: Normalmente, en este momento de la consulta los dueños suelen estar más receptivos a ver cómo podemos ayudar.
Ahora toca explorar cómo se sienten con lo que le pasa a su mascota. Casi siempre hay unas cuestiones comunes que preocupan a todos los propietarios: ¿Qué pasará si no operamos? ¿Qué probabilidades de éxito hay en caso de intervenir? ¿Cómo será el postoperatorio? ¿Cómo haremos para evitar el dolor? ¿Cuándo volverá a estar bien su mascota? Y si tenemos experiencia previa en casos similares, ¿cuál será el coste?
Paso 3: Este es el momento decisivo. Para las situaciones más comunes (con el tiempo he podido comprobar que se reducen a algo más de una veintena) he desarrollado una batería de herramientas que dan respuesta a todas las preocupaciones de mis clientes. Cada una consiste en una serie de respuestas estándar para esa cuestión, ejemplos de casos resueltos, imágenes o vídeos y, si procede, incluso testimonios de casos similares.
Lo que hace que el cliente se decida a contratar mis servicios es la combinación de visualizar el coste de no hacer nada junto a la seguridad de saber que puedo ayudarle.
¿Cómo mi parte de cirujano veterinario me ha ayudado a mejorar como coach?
En mi ejercicio como coach, simplifico el método anterior fundiendo los pasos 1 y 2 anteriores en un nuevo paso 1. El proceso queda como sigue:
Paso 1: Escuchar al cliente para comprender cuál es el motivo por el que ha llegado a mí. Preguntar para ayudar al cliente a que tome consciencia de cómo la situación le está afectando: ¿qué impacto está teniendo en su rendimiento, en sus ingresos, en su cuenta de resultados? Después, preguntar acerca del impacto en su tiempo: ¿Le está robando demasiado tiempo de su vida personal? ¿Le afecta hasta el punto de distraerle cuando está con su familia y no le permite estar plenamente presente? Y, poco a poco, sigo profundizando, preguntando acerca de sus hábitos: ¿Le está impidiendo comer bien? ¿Duerme lo suficiente?¿Encuentra momentos para relajare y cargar las pilas? Y sigo tratando de tocar fondo: ¿Qué impacto está teniendo sobre su salud? ¿Hay tensiones en su cuerpo, ojeras, cansancio crónico? ¿Cómo está su autoestima? ¿Le está afectando la situación?
¿Qué ocurrirá en el plazo de uno, tres o cinco años en caso de mantener el rumbo actual?
Paso2: Explicar que sí puedo hacer algo. Explicar que dispongo de una serie de herramientas de eficacia contrastada que pueden ayudar al cliente a encontrar solución a su problema. Al igual que en mis casos quirúrgicos, procuro tener disponibles documentos, tablas, imágenes, vídeos, testimonios, etc. para demostrar al cliente en qué consiste la ayuda.
Y después, cruzo los dedos para que el cliente diga sí y al final del proceso consiga sus objetivos.
¿Has empezado ya a construir tu batería de herramientas para que tus clientes tengan la seguridad de contratarte como su coach?
Hola: FELIZ de haber leído esto, soy veterinaria anestesiologa y este año concluí mi entrenamiento en Coaching ontológico, lo que me motivo a empezarla fue mi rol docente pero a medida que trascurrió el entrenamiento me disparo la inquietud de volcarlo en el mundo veterinario en general, creo que se necesita muchísimo y los Coach contamos con herramientas para acompañar a empoderar estas y cualquier otra organización.
Hoy justo me encuentro en este dilema como suelto un poco de mi rol y empiezo a ser mas Coach, sigo en el camino de aprendizaje de como instaurarlo pero muy confiada que es posible.
Si alguien tiene sugerencias son mas que bienvenidas.
Muchas gracias por darme un gran aliento a partir de esta lectura.
Mariana De Gennaro
Argentina
Gracias Mariana. Puedes seguir estos consejos porque Miguel Ángel sabe mucho.
Adicionalmente, te diré que a veces es difícil soltar un conocimiento como veo que tienes tú como veterinaria. Recuerda cuánto se gana usando el paradigma del «no sé y quiero saber tu opinión abiertamente» con tus colaboradores y clientes. El proceso de coaching permitirá que esto no se convierta en una larga conversación sino en un proceso de pensamiento conjunto muy productivo. Para conversaciones de algo rendimiento tienes un artículo en universos.es, dentro de «equipos y liderazgo».