Adrian Newey, las 6 claves del duende de Red Bull
Buena parte del éxito de Red Bull en este mundial de FÓRMULA 1 y de los dos anteriores procede de su ingeniero Adrian Newey (1958, Stratford-upon-Avon). Fernando Alonso lo tiene claro: «Ha hecho varios coches legendarios, algunos con un dominio que será difícil ver de nuevo».
1. No hay fracaso, sólo aprendizaje
En 1988 entró en la escudería March, que luego sería Leyton House y un año después ya fue nombrado director técnico. Los malos resultados le llevaron a su primer y único despido a finales de 1990. La escudería Williams fue su siguiente destino, donde empezó a forjar su leyenda.
2. El talento se hace bueno sólo con el equipo adecuado
Newey logra su noveno título con tres escuderías diferentes. Es conocido su método de trabajo, el de diseñar ideas originales sobre papel con la única ayuda técnica de un lápiz. Un Leonardo de la aerodinámica. Esos bocetos pasan luego a su equipo que en la factoría de Milton Keynes se extiende hasta las 90 personas. Ellos dan vida a cada elemento con los programas de diseño que acaban en una pieza de resina que se monta en la maqueta del túnel de viento.
Cuenta el piloto Pedro De la Rosa: «Lo que le define es su intuición. Él ve un coche completo y ya visualiza los flujos de aire por encima y por debajo. Luego se rodea muy bien, vital en este negocio. Es muy inteligente en esto«.
3. El estado emocional y las sensaciones: lo intangible como verdadera clave del rendimiento
De la Rosa hace alusión a lo somático como fuente de sabiduría en la relación de Newey con los pilotos: «Se interesa por lo que opina el piloto, por sus sensaciones en las curvas. Es muy cariñoso, muy diferente de otros ingenieros que son matemáticos y no sacan la nariz de la telemetría».
4. El reto como fuente de superación e inagotable desarrollo
Tras seis títulos en equipos ilustres, como Williams y McLaren, llegó a un punto de aburrimiento y decidió aceptar la oferta de Red Bull, que desembarcó como un equipo simpático al comprar Jaguar en 2004, para revelarse luego como una apuesta muy seria.
Newey dice al respecto: «Tuve suerte de tener mucho éxito en esas dos escuderías, pero sentía la necesidad de un nuevo reto. Mirar alrededor y pensar qué podría suponer un desafío fresco, como los de la Copa América de vela. Llegué a la conclusión de que unirme a un equipo desde el principio era el reto que buscaba».
5. El equilibrio personal como base de la creatividad
Newey no se considera un obseso del trabajo y asegura que desconecta bien cuando lo necesita. «Soy bastante afortunado en eso, aunque ocasionalmente, por supuesto, tengo noches de insomnio. Normalmente, cuando he estado trabajando hasta tarde», dice.
6. Su “entorno ideal de creación” es in-negociable para el genio
Parece que Mercedes se ha interesado por su situación contractual. También Ferrari, que lleva dos años planteándole ofertas periódicas. Se rumorea que han llegado hasta los 15 millones anuales y todo tipo de concesiones, pero ha sido inútil.
¿Se puede aprender de las noticias deportivas? Seguiremos indagando en los periódicos deportivos cuál es el papel del rendimiento mental y emocional en los casos de excelencia
Fuente: https://www.marca.com/2012/11/26/motor/formula1/1353925292.html (extractos de Diario Marca, 25 nov. 2012)
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