Tres disciplinas para integrar mente y cuerpo
Yoga: del Sanscrito yuj que significa, sujetar, reunir, concentrar la propia atención para su aplicación y uso.
BKS Iyengar
Biodanza: un método para el desarrollo multidimensional del ser humano: estimular nuestros potenciales de vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia, a través de la música, el movimiento pleno de sentido, el contacto, las situaciones de encuentro en grupo, todo lo cual se constituye en vivencias integradoras.
Rolando Toro
Bioenergética: es un modo de entender la personalidad en términos del cuerpo y sus procesos energéticos. Estos procesos, concretamente, la producción de energía a través de la respiración y el metabolismo, y la descarga de energía en el movimiento, son las funciones básicas de la vida. La cantidad de energía de que dispongamos, y el modo en que utilicemos nuestra energía determinarán cómo respondemos a las situaciones de la vida.
Alexander Lowen
Durante los años 60 en medio del Mayo francés, la Guerra Fría y el primer transplante de corazón, una revolución ocurrió también para legitimar el cuerpo. En esta década se desarrollan y cobran auge varias disciplinas, líneas de investigación y estudio relacionadas con el cuerpo. Tres de ellas son:
- El análisis bioenergético de Alexander Lowen en Estados Unidos
- La biodanza de Rolando Toro en Chile
- El yoga milenario de Patanjali reinterpretado por BKS Iyengar en India.
Un poco por azar y otro poco por querencia, he tenido contacto con ellas durante los últimos 10 años de mi vida. Soy practicante de yoga Iyengar desde 2003 y comencé a hacer biodanza y bioenergética durante los programas de Ontología del lenguaje dirigidos por Rafael Echeverría. Después tuve la suerte de experimentar una magnífica terapia de análisis bionergético en Filadelfia y participé de un nutritivo grupo de biodanza con reuniones semanales durante casi dos años a mi llegada a Galicia.
En mi brevísima experiencia practicando yoga y aproximándome a textos y vivencias de bioenegética y biodanza siempre me quedó la sensación de que hubiera un trasfondo común, compartido entre ellas, como si sus creadores se hubieran sentado en la misma mesa a conversar.
En mi recorrido por estas tres disciplinas y tal vez en mi afán de entender un poco más cómo “funcionamos” los humanos, me resulta inevitable comparar y establecer paralelismos entre ellas, luego claramente cada una tiene sus particularidades que las hacen únicas. Así que no es mi propósito simplificarlas sino deleitarme un momento con este ejercicio de conexión y contraste y poner en papel lo que en algún momento hice sólo mentalmente.
Las tres siguen vivas evolucionan y se esparcen por el mundo llevando salud física y mental a millones de personas hoy en día. Las tres se vinculan con el término salud y se inspiran en sus primeros momentos en la posibilidad de mejorar la calidad de vida de personas que padecían alguna enfermedad física y/o mental.
Rolando Toro profesor e investigador de la escuela de medicina en la Universidad de Chile participa hacia finales de los 60 de un programa de Antropología médica y comienza a experimentar ejercicios de contacto y danza con los enfermos de un hospital psiquiátrico. BKS Iyengar del otro lado del mundo introduce con genialidad el uso de soportes como ladrillos de madera, mantas, cuerdas, paredes, sillas con el propósito de acercar el yoga a todas las personas según su condición de salud y momento vital. Alexander Lowen, siendo alumno de Reich quien a su vez fue discípulo de Freud, comienza a experimentar en Suiza con ejercicios de terapia desde el cuerpo erguido abandonando el diván. Es así como, las tres disciplinas han desarrollado la doble vertiente de práctica: la grupal para mejorar la calidad de vida y la terapéutica.
Actualmente biodanza, bioenergética y yoga Iyengar al tiempo que evolucionan honran sus propias raíces y desarrollan comunidades de aprendizaje en diferentes países del mundo que aseguran la transmisión del conocimiento y la tradición iniciada por sus creadores. Este rasgo particular a mi propio entender, es señal de la confianza derivada de las evidencias que deja su práctica.
La dualidad vs. la integración
El análisis bioenergético plantea cómo hombres y mujeres que pretendemos vivir en la modernidad nos sentimos comprometidos con las metas de poder y progreso y además queremos placer, paz mental y estabilidad. En este sentido, la insatisfacción y la duda derivados de esta dualidad, cuando se prolongan, crean tensiones que se cronifican y se instalan en el cuerpo como un traje que restringe nuestros movimientos, nuestras funciones a nivel orgánico, menguan nuestra energía y vitalidad.
El énfasis en nuestra cultura está en el hacer y el obtener. El individuo moderno está comprometido con el éxito, no necesariamente con ser persona. Pertenece a la generación de la “acción” cuyo motor es “hacer más y sentir menos”. (Lowen, p.2, FOL).
Según Rolando Toro la cultura actual tiende a la disociación. El hombre integrado es aquel en el que todo su sistema funciona como una unidad, lo que piensa, siente, dice son coherentes.
En tu propia experiencia ¿Cómo reconoces a una persona integra -? integrada? ¿Cómo son sus movimientos y sus gestos al hablar? ¿Cómo mira? ¿Cómo es su andar? ¿Cómo organiza sus pensamientos y cómo resuelve las adversidades que la vida le presenta?
La observación + aceptación
Las tres disciplinas parten del principio de la investigación en uno mismo a través de prácticas realizadas en el cuerpo lo cual exige “mirarnos el ombligo” y algo más… El laboratorio es el propio cuerpo con todas sus capas, con la mente y las emociones incluidas.
BKS Iyengar explica, con la metáfora del juego, el recorrido de los sabios intentando identificar algún patrón en la naturaleza aparentemente fluctuante y caótica, preguntándose si es posible comprender y ordenar las leyes que gobiernan la naturaleza turbulenta.
“Si exploramos la naturaleza como un juego en el que decidimos participar, no conocer las reglas hace que el juego no tenga sentido. En yoga decimos que participamos de este juego con el cuerpo…” (BKS Iyengar, p.7 LOL)
Jugando en el cuerpo puedes aprender las reglas, ya que al ser parte de la naturaleza, estas reglas se manifiestan también en cada uno de nosotros.
“Si observas estas reglas tendrás sin duda, una mejor oportunidad de éxito en la vida y de obtener en última instancia iluminación y libertad.” (BKS Iyengar, p.7 LOL)
Además, esta investigación en uno mismo requiere una actitud particular que es la de la aceptación. Desde el yoga la aceptación es transitar a través de un estado mental o físico en lugar de evadirlo. Es observarlo, investigarlo para aprender y dejarlo pasar. La tenacidad y la perseverancia se cultivan en la práctica de yoga y se trasladan después a la vida.
Desde la bioenergética, lo que da paso a la recuperación de la salud es la aceptación del dolor que emerge, es rendirse y abandonarse al dolor, dejar de resistirse.
La vivencia que perdura y transforma
¿Cómo se practican el yoga, la biodanza y la bioenergética?, ¿Qué es lo que ocurre en una sesión de biodanza, en una terapia de análisis bioenergético o en una clase de yoga? Me he reservado esta explicación hasta el final porque la forma es quizás lo que menos importa. Lo mejor es experimentarlo.
Una clase de yoga con el método Iyengar incluye la práctica de posturas y ejercicios de respiración: esta práctica entrena la atención a través de enfatizar la precisión y alineación de las posturas en el cuerpo para evolucionar en la consciencia de uno mismo desde los músculos, los huesos y la piel hacia capas más profundas del ser. Las posturas se organizan en secuencias que llevan a un estado de clama mental y vitalidad. Se utilizan soportes como ladrillos de madera, cinturones, cuerdas, sillas y mantas para enseñar ciertas acciones, evolucionar de forma segura en la práctica y adaptarla a las diferentes situaciones de salud que el alumno presenta.
Una sesión de biodanza utiliza el movimiento, la música y la interacción grupal en un enfoque vivencial. Introduce el concepto de vivencia como una experiencia que promueve la integración motriz y afectivo-?motora sumadas a la integración con los semejantes y la acción grupal, favoreciendo la aparición de vínculos. Los participantes desarrollan la empatía, la solidaridad y la apertura. En una experiencia de biodanza se integran las diferencias entre los individuos para hacer más rica la vida, compartiendo y al mismo tiempo respetando la libertad y la identidad de cada uno. Con una práctica de biodanza se logra la integración motriz y afectiva, y se eliminan disociaciones.
La bioenergética incluye tanto procedimientos manipulativos como ejercicios especiales. Los procedimientos manipulativos consisten en masaje, presión controlada, y toques suaves para relajar los músculos contraídos. Los ejercicios están destinados a ayudar a la persona a entrar en contacto con sus tensiones, y liberarlas a través de un movimiento apropiado. Es importante saber que todo músculo contraído está bloqueando algún movimiento. Quienes llevan a cabo estos ejercicios refieren un efecto positivo sobre su energía, su estado de ánimo y su trabajo.
¿ Quieres saber más?
Biodanza
- Biocentric Foundation www.biodanza.org/?
Yoga Iyengar
- www.bksiyengar.com
- AEYI Asociación Española de Yoga Iyengar www.aeyi.org/
- BKS Iyengar, Luz sobre la vida, Kairós, 2004
- BKS Iyengar Luz sobre el yoga, Kairós 2011 (Primera edición 1966) BKS Iyengar Luz sobre los yoga sutras de Patanjali, Kairós, 2003
Bioenergética
- https://lowenfoundation.org/
- Florida http://www.bioenergetics-society.com/ Cataluña https://acabbio.com/
- Portugal https://apabioenergetica.org/quem-somos/
- Lowen Alexander & Leslie, Ejercicios de bioenergética, Sirio, 2003
- Lowen Miedo a la vida, papel de liar, 2009
- Lowen La espiritualidad del cuerpo, Paidós, 2004
Mavi Oliva impartirá un taller de Equilibrar tus emociones y pensamientos a través de la corporalidad el sábado 30 de noviembre a partir de las 9.30h en el Instituto Ben Pensante, dentro del programa Serás Capaz de…