Siete razones por las que no triunfas como líder
Es ampliamente aceptado que solo porque alguien es propietario de un negocio o ostenta un cargo de responsabilidad como asalariado no significa que sea un buen líder. A menudo, es porque uno está centrado en responder ante superiores o accionistas, y se olvida de la gestión de las personas que tiene por debajo. He aquí siete razones de Jayson DeMers, colaborador de la revista Forbes, por las que no funcionan las relaciones con el equipo e ideas para empezar a mejorarlas.
1. No tienes formación en liderazgo. La mayoría de los empresarios o directivos llegan a su puesto porque son buenos en su trabajo, no en la gestión de otras personas. Sin embargo, a medida que se va escalando, eso resulta inherente al puesto. Así pues, resulta recomendable formarse para conseguir ser un buen líder y por tanto mejorar el propio desempeño.
2. No confías en tu personal. Si bien la persecución de la perfección es un aspecto favorable en la mayoría de tareas, no lo es en la gestión de personas. Cuando te conviertes en un fanático del control, tus empleados sienten que no confías en ellos. Dales margen para hacer su trabajo a su manera y acepta que puede haber más de una vía para ello.
3. Eres un mal comunicador. Una comunicación clara es la clave para una engranaje que funciona correctamente. Sin embargo, la mayoría de los empleados afirma recibir instrucciones confusas de sus superiores, lo que provoca malos entendidos y frustración. Da instrucciones claras, elige los canales apropiados y ofrece la posibilidad de preguntar.
4. No tienes en cuenta la cultura de la compañía. Tanto si es tu negocio como si es el de otro, tiene una identidad que es tu deber respetar e impulsar. Es mucho más motivador trabajar para un ente conjunto que para una persona concreta. Y su puede ser, hay que implicar al equipo en la definición de esa cultura corporativa para que la sientan como suya.
5. No sabes manejar las criticas. Si respondes mal cada vez que te hacen una propuesta de mejora, dejaran de hacértelas, lo que claramente va en contra no solo del desempeño del equipo, sino del tuyo propio. Abre tu estrategia a tus empleados, puesto que son una parte muy importante de ella, y conjuntamente maximizareis sus resultados.
6. Hablas más que escuchas. Hablas más de lo que escuchas porque crees que tienes ese privilegio, pero te sorprenderás de lo que puedes aprender de tu personal si le das la palabra. Además, si sienten que se valora lo que tienen que decir, cada vez se esmeraran más en mejorar sus aportaciones y en resultar de ayuda al negocio.
7. No te interesan las sutilezas. pero deberían hacerlo. ¿Sabes de qué equipo son tus trabajadores? ¿Sabrías recomendarles una lectura adaptada a sus intereses? ¿Sabes qué hicieron el fin de semana pasado? Habrá cotilleo lo quieras o no, así que lo mejor es que tratas de participar en él siempre de manera constructiva para desarrollar relaciones positivas.
Hay pequeños gestos, como decir hola sonriendo, abrir una puerta y dejar paso, o simplemente demostrar que ves a los trabajadores como seres humanos y no como máquinas, que te ayudarán muchísimo a mejorar como líder. En general, demostrar que estás dispuesto a invertir tiempo y energía en mejorar como gestor te hará entrar en una espiral de progreso para ser un buen líder.
Artículo de Equipos&Talento.com