Estar presente caminando hacia el futuro
Photo credit: Tom F
Qué importante es tener una visión y proyección de futuro, sin duda eso crea realidades. Pero no menos indispensable es dominar el arte de estar presente en cada uno de nuestros pasos. Aquí es dónde occidente y oriente han estado en desacuerdo desde tiempos inmemoriales, cada uno miraba hacia una dirección totalmente distinta. Y, por supuesto, cada cual traía consigo unos beneficios que la otra no tenía.
Si observamos con detenimiento, occidente pone énfasis en el arte de crear nuestra realidad con el poder de nuestros sueños, a base de disciplina, de interferir en la realidad hasta ver proyectada nuestra visión, tomando acción y dando así a nuestra vida significado hasta convirtiéndola en un lugar digno dónde vivir. Está claramente enfocada en el futuro, proyectos y todo aquello que se puede alcanzar.
En el lado opuesto tenemos la proyección de oriente, dónde radica la habilidad de no perderse en los sueños y pensamientos, de ser consciente de cada uno de nuestros movimientos, de volverse un maestro que no pierde de vista su momento presente. Hacen más hincapié en detectar con sorpresa todos los detalles que la vida nos presenta en todo momento, dado que ésta es una suma de muchos momentos presentes.
Es posible que tu mismo observes que te encuentras en una de esas dos formas de estar en el mundo, o dependiendo de las experiencias pasarás de un lado a otro.
Pero,
¿Qué te parecería si integramos las dos?
¿Qué crees que ocurriría si implementas lo mejor de cada una?
Puedo asegurarte que habrás entendido uno de los principios de la vida, dónde ésta busca el equilibrio. Sí, has leído bien. Dado que podemos decir con claridad que no es blanco ni negro, sino que la mayoría de las cosas transcurren en el gris.
Te he llevado a la siguiente reflexión porque querría invitarte a que tomases lo mejor de cada una de las partes. Que tengas una mentalidad occidental pero impregnada de filosofía oriental y así podrás disfrutar de sus beneficios.
Una vez escuché a Will Smith decir: “Cuando era joven, mi padre me mandó construir un muro, y esto suponía mucho trabajo. Pero me dijo que no me enfocase únicamente en la pared finalizada, sino que día tras día me centrase en poner un ladrillo de la mejor forma que se podía poner una ladrillo y al final así tendría el mejor muro jamás hecho”.
Ésta pequeña historia abarca el concepto que quiero hacerte llegar. Ten sueños, ten la osadía de tener una visión y perseguirla, llénate de energía al visualizar tu futuro, pero no olvides chapotear en el rabioso momento, cada una de tus acciones, cada uno de tus movimientos. Disfruta de un camino caminado, y solo así todo lo que hagas, habrá valido la pena.