Elias Valiña ha sido el gran impulsor del Camino de Santiago. Antón Pombo
ENTREVISTA A ANTON POMBO: “ELIAS VALIÑA HA SIDO EL GRAN IMPULSOR DEL CAMINO DE SANTIAGO”
Este gallego Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Santiago de Compostela y Periodista de Viajes, autor de numerosas publicaciones sobre la Ruta Jacobea y conocido también por sus Guías de la editorial Anaya, nos recibe en su acogedora y fantástica pensión rústica “Casa da Balea” que regenta en la villa marinera de Corcubión a los pies del Camino Jacobeo de Santiago a Fisterra.
Como gran conocedor sobre la historia antigua acerca del Camino de Santiago y la evolución moderna que se produjo, nos cuenta cómo fue su primer contacto con esta ruta.
“Mi primer contacto con el camino de Santiago fue en el año 1984 con 19 años, que fue la primera vez que hice el camino, desde SaintJean Pied de Port en bicicleta, de aquella nos cruzamos durante 10 o 12 días a dos peregrinos, estando en aquel momento casi sin pintar, aún estaba el proceso en marcha”.
Por aquel entonces es cuando Antón conoce a DonElíasValiña, nacido en Lier, Lugo (1929-1989), párroco de O Cebreiro y uno de los más grandes promotores y conservadores del Camino como ruta de peregrinación y turismo, nos cuenta anécdotas sumamente interesantes de cómo DonElías comenzó con lo que él llamaba “La gran Invasión”.
“El porqué de las flechas amarillas: Por pura casualidad, estando los obreros realizando por aquel entonces las obras de las variantes de la N-VI, habían puesto la pintura de tramo de obras que es amarilla, sobrándoles demasiada pintura. Pasando el párroco por donde los obreros, les pregunto qué es lo que iban a hacer con toda la pintura sobrante, a lo que le contestaron que como ya no les hacía falta, la tirarían, a lo que Don Elías se negó, pidiéndoles que se la diesen a él, ya que estaba pintando el Camino de Santiago, metiendo en su coche todos los cubos de pintura amarilla, con la que empezó a pintar las flechas con ese color por auténtica casualidad, lejos de ninguna operación de marketing ni diseñada en ninguna agencia de publicidad”
Nos cuenta Antón que Don Elías comenzó a señalizar el camino con las flechas amarillas a principios de los años ochenta por Galicia, contando con una serie de colaboradores, ayudándole en su trabajo, y pintando desde Francia hasta Fisterra, “en donde con todo esto se dió una anécdota muy curiosa que le sucedió a este párroco cuando estaba en la zona de Pirineos con un sobrino pintando el paso desde Saint Jean Pied de Port hasta Roncesvalles, queriéndole dar una dimensión internacional. Habiendo por aquella época muchos controles por parte de la Guardia Civil, a causa de la actividad de ETA, por las montañas que es por donde pasaban las armas y los comandos, descubrieronéstos al párroco con los botes de pintura marcando las flechas, deteniéndolo después de seguirlo. Y ya después de identificarlo y corroborar lo que DonElías les decía, que era sacerdote, les explicó que lo que hacía en la montaña era señalar un camino con flechas, con lo que estaba preparando una gran invasión, a lo que los agentes no daban crédito y lo trataron de lunático cuando lo que de verdad era, un iluminado, un don quijote moderno. Yo he tenido la suerte de haberlo conocido, y era increíble con los escasos medios que tenia, lo que ha llegado a conseguir, tras el colosal trabajo realizado por el párroco de O Cebreiro, que no tuvo la suerte de poder ver con sus propios ojos el resurgir del camino, ya que falleció en el año 1989, convirtiéndose en un fenómeno de masas a partir de 1993 coincidiendo con el año Jacobeo y la visita del Papa Juan Pablo II unos años antes.”
A partir de aquí es cuando Antón Pombo se involucra al cien por cien con el camino, realizando en cuanto disponía de tiempo libre como peregrino las variadas rutas del Camino de Santiago (camino francés, aragonés, el del norte…), y fundando la primera Asociación Jacobea en la Coruña, pasando a ser cinco años después la Asociación gallega Jacobea, y en la que durante 8 años presidió, logrando resultados importantes en lo que se refiere al desarrollo del camino.
En la actualidad ha creado una nueva asociación acorde con los nuevos tiempos, partiendo que la peregrinación ha evolucionado mucho desde los tiempos de Elías Valiña, en la que se diferencia del resto de asociaciones, buscando la parte cultural, la nueva dimensión del camino y el entusiasmo que genera esta ruta a nivel internacional. Queriendo dar respuestas a las nuevas problemáticas que existen del camino debido a su crecimiento, los cuales deben de ser debatidos y buscar soluciones a todas ellas.
Esta asociación llevara el nombre de Fraternidad Internacional del Camino de Santiago, y cuya presentación a la prensa se ha llevado a cabo el 27 de Marzo, con la que intentara crear, según sus palabras, “un foro de Davos”, involucrando a socios de distintos países del mundo, para poder así, debatir temas, aportar ideas, conocimientos, y poder ofrecer respuestas.
Nos sigue contando Antónque aun a día de hoy existen muchos temas que están sin tratar, toda la historia sobre el siglo XX, prácticamente no se ha escrito nada, solo cosas muy puntuales, faltando por descubrir muchos itinerarios, los temas sociológicos y antropológicos, dando una gran variedad de temas en los que poder investigar a día de hoy.
El significado del Camino para Antón Pombo
Siguiendo la entrevista con Antón Pombo, comenzamos a hablar de la recuperación del Camino desde Santiago a Fisterra, intentando adentrarnos en lo que lo hace especial, contándonos que ésta prolongación del Camino parte de épocas muy antiguas, que si el camino existe es debido a que existía una peregrinación previa, incluso desde la épocas desde el neolítico en donde existían cultos al astro rey, el sol, existiendo santuarios por toda esta zona de la costa gallega y Portugal relacionados con la puesta del sol, ya que tanto el camino francés o el camino del norte siguen el mismo sentido, teniendo su fin en el mar, donde se pone el sol, donde ya no se puede caminar mas, en el mar, en el cabo de fisterra.
Todo el simbolismo que esto genera, produce un escenario propicio para cultos, los cuales en tiempos romanos, siempre según los indicios, existían una serie de santuarios líticos por la zona del cabo Fisterra, monte del Pindo, Muxía, etc…, en donde casi todos estaban asociados con la fertilidad, una forma de los antiguos en asegurarse la perpetuidad. Lo que da a este último tramo de camino un áurea de fuerza y simbolismo, el cual sigue impactando mucho a la gente, ya que el peregrino llega de haber realizado los ritos católicos propios que se celebran en la catedral de Santiago, pero al llegar a Fisterra se encuentra con toda la fuerza de la naturaleza, mucho más ancestral, encontrarse con la inmensidad del mar, solo ante el abismo, pudiendo sentir lo mismo que hace dos o tres mil años, una especie de santuario natural, haciendo de todo esto una vivencia mucho más espiritual y primitiva que Santiago. Haciendo de todo este espacio mágico, sin ser ningún producto de marketing, una leyenda jacobea, con origen en la prehistoria y donde los comienzos fueron aquí, en Fisterra.
Para Antón, el camino lo ha sido todo, le ha dado muchas cosas, como anécdota nos cuenta que el camino le ha dado a su mujer.
Según él, dice que el camino es una de las mejores experiencias que se pueden vivir en la vida, siempre y cuando realmente lo hagas como peregrino y le puedas dedicar el tiempo necesario, empezando desde lejos. En él vas a vivir experiencias, que van a ser como un resumende la vida o los estados de ánimo de una persona. Quien haya diseñado el trazado, da la impresión de que ha querido representarlo para que lo vivamos así, ya que tiene diferentes áreas, el inicio por la zona de los pirineos, con unas zonas montañosas, verdes y muy sensoriales, haciéndonos disfrutar de la percepción de las cosas, pudiendo ser los inicios de la vida, la niñez, continuando hacia zonas más agrestes o sobrias como es la meseta, simulando un tránsito por un desierto interior, como podría ser la madurez. Aunque también se podría comparar con un río, cuyo fin es el mar, al igual que el camino de Santiago y como también la vida de las personas, las que también muchas veces se han identificado mediante metáforas o poesías con el transcurso de un río. Todo un juego que representa un camino hacia la meta, pero en el cual la meta es una disculpa, dándole más importancia al trayecto recorrido. No como en otras culturas en donde la importancia o la fuerza de la meta quita toda relevancia al camino recorrido, teniendo como origen de esta disociación la separación de la iglesia bizantina de la iglesia romana en el siglo IV, cambiando el sentido de la peregrinación, ya que la iglesia bizantina estaba muy influenciada por la cultura oriental, en donde se le daba más importancia a las experiencias de tránsito, al aprendizaje, al desarrollo personal, etc…, que a la meta, lo cual se ha recuperado en el camino de Santiago, una experiencia “casi” oriental, un maridaje entre culturas muy interesante. Teniendo en cuenta relatos de peregrinos de diferentes culturas que llegan a la catedral, como una de las mejores experiencias de su vida, el haber podido realizarlo.
Es como la metáfora de una vida, en donde los problemas que te puedes encontrar desde que se empieza hasta que se acaba, como problemas físicos, lo cuales te pueden aparecer en cualquier momento, ya sea al inicio como al final, y que tienes que afrontar para poder seguir o por otra parte, si no hay más solución, abandonar. Lo cual, todo esto lo que aporta, son como unas pautas que se pueden trasladar a experiencias de la vida real, ya que siempre se puede presentar complicaciones, y de esta manera poder saber cómo reaccionar.
El camino, en relación con el coaching, es un gran escenario o una herramienta que encaja perfectamente con el desarrollo personal, estando ahora mismo en un proceso de crecimiento muy grande, habiendo empresas que se dedican a traer peregrinos, en el que hay que agradecer a escritores como Paulo Coelho o a actrices como la americana Shirley MacLaine, que han hecho ver el camino a los peregrinos de otros países, como una gran experiencia a nivel personal en donde poder desarrollarse y crecer, y también como experiencias esotéricas y de filosofía oriental.
Resalta Antón, a modo de titular, que tenemos que agradecer mucho a los extranjeros, porque son los que están salvando el sentido del Camino, ya que valoran mucho más las vivencias intensas de modo espiritual. En España a día de hoy, se vive como si de unaromería campestre se tratase, como un lugar de consumo turístico. Estadísticamente los peregrinos extranjeros que vienen haciendo el camino desde lejos, vienen muy preparados y documentados, siendo ellos los que antes de los años 80 mantuvieron una tenue llama que conservaba la tradición familiar y la devoción mientras que los nacionales se lo toman más de ruta gastronómica y de fiesta. Por lo que tenemos mucho que agradecerles por mantener vivo el sentido de la peregrinación.
Carola Taboada