El Chismorreo puede ser una buena herramienta de liderazgo
Esforzarse en reconducir los chismorreos puede aportar considerables beneficios a la organización
Resulta inevitable que en una empresa haya cotilleos, porque está en la propia esencia del ser humano. Sin embargo, si la dirección de la empresa se lo propone, puede intentar reconducirlos para que terminen siendo una buena herramienta de liderazgo y de toma de temperatura a los trabajadores, según Peter Economy, colaborador del Portal Inc.
De entrada, el chismorreo tiene mala reputación, y no es inmerecida. Entendemos como chismorreo de dudoso fundamento, que implica calificaciones personales sobre otros compañeros del departamento y que precisamente por esto es compartida en entornos reducidos, normalmente con la misma gente.
Sin embargo, un estudio reciente sugiere que los cotilleos en el lugar de trabajo pueden convertirse en realidad en un beneficio. Según el investigador de la Universidad de Stanford, Matthew Feinberg, «los grupos que permiten a sus miembros cotillear, disuaden las actitudes individualistas mejor que aquellos que lo impiden”. Veámos cómo.
1. Infunde informaciones positivas.
Muchos jefes apenas cotillean con sus empleados, a menos que sea para decirles algo que se ha hecho mal, lo que generará una habladuría negativa inmediatamente después de esa conversación. ¡Es el momento de hacer circular chismorreos positivos! Revela de forma confidencial a tus empleados informaciones de buenos desempeños, de mejores referencias, de noticias que puedes avanzar que les benefician.
2. Habla de los logros de la empresa.
Incluso si no estás de acuerdo con determinadas decisiones de la organización, le debes tu apoyo. En lugar de quejarte sobre las cosas que se han mal, y que consideras que podrías haber hecho mejor, divulga aquellas que se han hecho bien y que han pasado inadvertidas. Y si es en forma de información confidencial, circulará mucho más que si se hace como un comunicado oficial.
3. Comunica buenas historias de los clientes.
Aunque todos tenemos claro que una empresa no sobrevive sin sus clientes, a veces la falta de comprensión de algunos de ellos ante determinados errores hacen que entre la plantilla no se tenga presente esta premisa. Compartir historias positivas de clientes con los que se ha tenido una buena experiencia e incluso invitarlos a visitar las oficinas es una forma muy poderosa de generar cotilleos positivos.
4. Incluye los cotilleos en la cultura corporativa.
Transmite que la empresa no está en contra de los cotilleos siempre que sean positivos para todos o como mínimo, si no lo son, que sean verdaderos. Asegúrate de que la gente es consciente de lo dañina que puede ser la transmisión de una información negativa, especialmente cuando es falsa. Cumple los tres consejos anteriores y anima al resto del equipo a hacer lo mismo.