Deje de perder el tiempo: Emprenda
Si se pone a debatir si un emprendedor nace o se hace, posiblemente esté buscando más razones para no hacerlo. En cuyo caso, sin duda, las seguirá hallando en los próximos diez años.
Sepa que en sus genes está el avanzar, comenzar, cambiar, mejorar, ascender, aprender, crear, compartir, colaborar… que es, a fin de cuentas, otra manera de traducir esta especie de abracadabra que parece ir asociada al termino ‘emprender‘.
Si tiene usted un sueño, un deseo, una meta en su vida, lo más probable es que aspire a bebérselo, materializarlo. Soñar, aspirar, desear, es consustancial a la vida humana. Si no sueña nada, quizás desee considerar en qué momento de su vida decidió quedarse como estaba: siempre hay obstáculos, pruebas, golpes duros en la vida (una pérdida, un despido, un cambio, dolor) – pero su sueño, a usted, nunca le abandonó. Está ahí, esperándole a que lo desempolve, sacuda, actualice, engrase y ponga a punto.
Sorpréndase, regálese a sí mismo el permiso de conseguir ese sueño.
Emprender está abierto a todos.
… pero no todos están abiertos a emprender.
Emprendan únicamente si están dispuestos a expandir su zona de confort permanentemente… si va a iniciar un día, cualquiera, ahora, algo nuevo.
Emprendan únicamente si están dispuestos a vivir 365 días cada año – y no el mismo día multiplicado por 365.