Más allá del trabajo en equipo: la Alianza Colaborativa
Más allá de la transición que hoy día adoptan cada vez más individuos que comienzan a emprender por cuenta propia se encuentra en ese trascender desde un modelo estoy-solo (el que emprende, al inicio, se suele ver desbordado al asumir todos los roles simultáneamente de su proyecto: diseñador, comercial, contable, informático y becario) para trascender y comenzar a crear un equipo intrínsecamente comprometido, pero sin las cadenas de un contrato laboral que, habitualmente, más que motivación y rendimiento lo que compra es tiempo y presentismo.
Este salto, muy visible en los últimos años en nuestro Emprendedor 2.0, crea un tejido colaborativo con otros Emprendedores 2.0 en el que nuestro protagonista oscila entre ser el centro de una propia red cooperativa con colaboradores satélites a su alrededor o sencillamente modular su participación como nodo en la red emprendedora de otras personas con las que colabora: por ejemplo, un emprendedor puede generar, como nodo de una red, análisis estadísticos finales que, de facto, son productos intermedios o semielaborados para otro Emprendedor especialista en consultoría de management; u optar por ser el centro de una red propia de cazatalentos en la que otros consultores en régimen de agentes libres, colaboran a éxito: es decir, por cada individuo reclutado, el agente percibe una remuneración por su logro… no simplemente por la tarea de colaborar.
Estos Emprendedores 2.0 son, por hacer un símil comparativo con el campo de las relaciones sentimentales, como singles empresariales, esto es, se vinculan con numerosas relaciones de negocios mutuamente simbióticas, equidistantes y equilibradas entre las partes, compartiendo éxito y recursos… y renegando de un casamiento con una nómina.
Se crean así redes co-laborativas y co-operativas en las que la jerarquía organizacional 1.0, ya obsoleta, pierde su razón de ser para ser sustituida por un liderazgo pendular que se aproxima en algunas ocasiones a sistemas parademocráticos dentro de la red o a estilos de liderazgo más clásicos acorde a la naturaleza y habilidades de los emprendedores.
Finalmente, el intercambio simbiótico de recursos, incluyendo ¡clientes!, a través de redes asociativas en donde se comparte mutuamente el éxito (contactos, facturación, recursos) se torna mucho más efectivo en la obtención de los dos objetivos que todo Emprendedor exige en su ritmo vital: dinero y tiempo. (Cada cosa por separada, o dinero o tiempo, es una de las causas más frecuentes del no-bienestar de los clientes de coaching).
Estas redes son lo que denominamos Alianzas Simbióticas Colaborativas de 360º que, gráficamente, podrían representarse del siguiente modo:
Cooperación Simbiótica
El Emprendedor 2.0 es particularmente empático en tanto hace evolucionar el modelo ‘yo gano-tú ganas’ hacia el ‘yo gano si tu ganas’. Se anticipa por consiguiente a los modos en los que puede generar un éxito compartido con socios y demás relaciones humanas con las que interactúa en su marco empresarial o personal. No parasita o canibaliza (propio del Capitalismo 1.0), sino que con-vive, co-opera, co-labora en simbiosis; una Simbiosis 2.0. El proverbial dicho ya apunta a que ‘camina más rápido el que camina solo; pero camina más lejos el que marcha acompañado’.
Los 2.0 emprenden para sí y para su entorno. No solo aportan valor en los productos y servicios que ofrecen. También comparten aquellos principios que permiten que otras personas-potencialmente-emprendedoras levanten igualmente el vuelo. No es que estos emprendedores asuman la responsabilidad de hacerlo para estos futuros potenciales o por ellos, pues comprenden profundamente que las relaciones de Emprendeduría 2.0 están basadas en la simbiosis co-laborativa, no en el parasitismo hazlo-tú-por-mí-que-yo-me-uno-si-sale-bien. A fin de cuentas, una de las mayores agresiones no cruentas que se pueden perpetrar contra otro individuo implica realizar una cosa en lugar de él, pues el mensaje no escrito que le traslada es ‘quita, que tú no sabes; ya lo hago yo’. In-validador, ciertamente. Y poco pedagógico para la víctima, que pasa de ser potencial-emprendedor-simbiótico 2.0 a un individuo al que se le cercena su capacidad de hacerse él mismo cargo de construir la situación vital que aspira conseguir.
Extracto del libro ‘Coaching para Emprender‘ (Ed. Díaz de Santos), de Gregory Cajina.
Puede seguirle en su twitter @GregoryCajina