8 ideas para el mejor verano de su vida
Dos patadas más y terminará este verano.
Habrán sido estos meses de descanso solamente si usted está… cansado. Si lo está (y pronto andará en esa mala l*che previa antes de ‘volver al cole’), allá van unas ideas con las que jugar:
- Compruebe si lo que está haciendo profesionalmente es una misión de vida o un… trabajo. Si va para que le paguen a fin de mes, es lo segundo.
- Rompa las reglas. Si no hace más que recibir críticas por lo que quiere hacer fuera de la caja – enhorabuena: ya tiene un pie fuera de ella.
- Conozca gente nueva. Si emprender le intimida, es porque sigue relacionándose con quien no lo hace. El trabajo por cuenta ajena ha muerto, DEP. Ábrase en persona a quien emprende para que le revele un mundo que se está desplegando ante usted. Seguir a alguien famoso en Twitter no cuenta.
- Trabaje en versión beta. No apunte y luego dispare; dispare y luego vaya corrigiendo los tiros posteriores. En lo que hace su estudio de mercado en la cuneta, otro tipo con menos recursos le está rebasando por la izquierda.
- Pregunte ¿cómo? Cuantas más certezas tenga, menos creativo es. Pregúntese continuamente cómo (mejorar, incrementar, beneficiar, simplificar, optimizar, eliminar, triplicar) aquello que le rente dinero *Y* tiempo (escoger uno de los dos ya lo sabe hacer todo el mundo). No, el emprendedor no nace; el emprendedor cuestiona lo que hay a su alrededor. Cada día.
- Prepárese. Si huele a despidos en su empresa, deje que los demás hagan su trabajo de agarrarse a una situación que ya no existe y quemen neumáticos a la puerta de la sede. Usted tiene cosas más importantes que hacer para su futuro. Ni la frustración ni la ira consiguieron nunca retroceder un segundo ningún reloj.
- Trabaje en materializar su visión. Y deje de soñar. Los sueños desaparecen al abrir los ojos. Las visiones del futuro que desea son lo que le moverán con determinación mientras los demás siguen soñando. O durmiendo.
- Persevere. De majestuosas ideas están llenas los cementerios… y las papeleras de los bares. Mientras en una servilleta pondrá ‘qué buena idea’, en la otra habrá un calendario de acciones. Y primeros clientes.
Es agosto. Asegúreme que esta entrada no tenga ningún sentido en junio del año que viene.